Deportes Concepción a la B

Hoy se ratificó por la segunda sala del Tribunal de Penalidades de la ANFP, el fallo de la primera sala del mismo Tribunal, que se dio a conocer el pasado 10 de junio, por el cual se había decretado el descenso de Deportes Concepción a la Primera B. Esta sentencia es la culminación de un largo proceso de deterioro del club en manos de la concesionaria “León de Collao”. Muy lejanos parecen los tiempos en que Marco Ulloa y Mario Munzenmayer prometían inversiones de capitales alemanes, campos deportivos soñados y un estadio para 60.000 espectadores, en maniobras que tienen mucho parecido a una estafa.


Informativamente poco se puede decir y para eso están los medios tradicionales, así que mejor es dar opinión y con ello abrir el debate a nuestros lectores.

Lo primero que salta a la vista es que esta no es la primera vez en que el club de la Región del Bio Bio se ve en esta situación, ya que lo problemas económicos han sido recurrentes durante las últimas dos décadas. Esto a mi me parece algo inexplicable, ya que se trata de un club con buen apoyo popular, que arrastra alrededor de 5.000 espectadores promedio como local, y ha cumplido buenas campañas incluso a nivel internacional. Pero nada de eso ha sido jamás capitalizado para construir una institución viable y sólida. El por qué de esto, puede encontrar su explicación en la incapacidad de gestión o en manejos turbios de los dirigentes o ambas opciones aplicables a distintas crisis. Pero hay quienes aquí también tienen una enorme responsabilidad en el estado actual de las cosas: los socios de Deportes Concepción, quienes nunca han controlado de verdad a sus dirigentes y el año pasado ante los ofrecimientos de “León de Collao”, optaron por escoger los sueños y promesas desproporcionadas para la realidad del club, a unas expectativas más modestas, pero más acordes a la realidad de un equipo de provincia y crecer desde ahí.



La negligencia de los dirigentes de la Sociedad Anónima Deportiva ha sido también de marca mayor. Es incomprensible que no se pidieran boletas de garantía para el pago de la concesión o algún tipo de depósito por parte de la S.A.D. a “León de Collao”, lo que ayudó bastante al desastre actual del club lila.


También no debe pasar colada la enorme responsabilidad de la ANFP, que no objetó el presupuesto millonario de “León de Collao” a principios de años y que ahora, cuando las deudas están saldadas o pactadas, le cae con toda la “justicia” al club penquista. En lo estrictamente reglamentario esta sentencia parece ser a lo menos discutible, ya que según los antecedentes que se manejan, se habrían pagado todos los finiquitos pendientes y se había elaborado un presupuesto mucho más realista. Hay una llamativa poca seriedad de la ANFP, la que a mi parecer, debería haber hecho las provisiones necesarias a principios de año para evitar esta clase de problemas, y si no lo hizo, debería garantizar de alguna forma, la continuidad e integridad del campeonato, interviniendo el club por ejemplo. Para mi estas sanciones deberían aplicarse a principios o finales de cada temporada y no quitarle seriedad a la competencia a mitad de año. Quizá si la ANFP asumiera esa responsabilidad por estatuto, habría más acuciosidad en la revisión de los respaldos de los presupuestos anuales de los clubes. Ahora el campeonato será una chacra nuevamente, con número impar de equipos y factor de corrección al puntaje de la tabla incluidos.


A Deportes Concepción le deseo lo mejor y a sus socios e hinchas les sugiero que miren más de cerca de sus dirigentes y que lo piensen mejor cuando alguien aparezca con alguna receta mágica. Esperemos que lo que resta del año y la temporada en la B ayude a renacer a los lilas, esta vez si, con un proyecto serio.